¿Cuáles son los Principios del Marco Lógico?
1) Análisis de Problemas
Se
trata de ordenar en una relación de causa efecto todos los estados negativos
(problemas) que se presentan en la zona. Se parte del llamado Problema Central
y preguntándose por sus causas se va elaborando un árbol de problemas. En el
ejemplo que se esquematiza a continuación, el Problema Central es “La población
joven emigra” y se determina que esto es así por dos causas: “No encuentran
trabajo” y “Hay escasos servicios sociales y de diversión”. A su vez, cada uno
de estos dos últimos problemas tienen sus causas, y así sucesivamente.
2) Análisis de
Objetivos
Partiendo
de los problemas identificados, se establecen los objetivos deseables y
alcanzables, formulando cada uno de dichos problemas como un estado positivo al
que se quiere llegar. Al árbol de problemas descrito más arriba le podría
corresponder el siguiente árbol de objetivos.
3) Análisis de
Estrategias
El
conjunto de objetivos establecidos se pueden agrupar en subconjuntos, llamados
estrategias, determinados por su afinidad sectorial. Esto es, habrá un cierto
número de objetivos relacionados con infraestructuras, otros con producción,
salud, etc. Para el ejemplo que venimos siguiendo se pueden establecer dos
estrategias: “Trabajo” y “Servicios Públicos”.
Una
vez identificados estos subconjuntos se selecciona uno de ellos de acuerdo a
distintos criterios fijados por el propio equipo de planificación. Por ejemplo,
un criterio determinante para seleccionar una u otra estrategia puede ser la
especialización del organismo ejecutante del futuro proyecto. Otros criterios
pueden ser la factibilidad de conseguir resultados, el coste estimado, el plazo
previsto de ejecución, el grado de dificultad, etc. Supongamos que en nuestro
ejemplo seleccionamos la estrategia “Trabajo”.
4) Matriz de Planificación
del Proyecto (MPP)
La
MPP recoge todos los elementos del proyecto que se pretende realizar y parte
del Análisis de Estrategias realizado. Esta Matriz es una tabla de doble
entrada con cuatro columnas y cuatro filas, como se ilustra a continuación.
La
forma de ir dando contenido a esta matriz por parte del equipo de planificación
es en el siguiente orden de columnas: 1) Lógica de Intervención; 2) Hipótesis;
3) Indicadores y Fuentes de Verificación simultáneamente, y 4) Medios y Costes.
4.1. Lógica de
Intervención
4.1.1. En primer lugar
se define el Objetivo Específico (OE). Éste se deriva de los objetivos situados
en los niveles superiores de la estrategia seleccionada previamente. Para su
formulación es siempre recomendable expresarlo en términos que signifiquen
algún beneficio directo y medible para la población beneficiaria. Por ejemplo,
un Objetivo Específico se podría formular de la siguiente manera: “Las personas
que han participado en el plan de Formación Profesional encuentran trabajo
estable después de tres meses de finalizados sus estudios”. Mientras que una
manera de formularlo en forma de beneficio indirecto sería: “Las personas que
han participado en el plan de Formación Profesional superan las pruebas de
aptitud realizadas en la escuela”. En este segundo caso cabe la posibilidad de
que nunca encuentren trabajo (a pesar de haber superado los exámenes), cuando
era ésta la idea que dio origen al proyecto.
4.1.2. El Objetivo
General (OG) se deduce del OE y debe ser una consecuencia de éste. Normalmente
con un solo proyecto no se puede alcanzar el OG, sino que tan sólo se puede
contribuir a alcanzarlo en alguna medida. Para establecer el OG nos podemos
preguntar ¿qué ocurrirá si las personas que han sido capacitadas encuentran
trabajo estable?, ¿cuál es el escenario futuro a medio plazo que alcanzaremos
si logramos el OE? Una respuesta podría ser: “Se reduce la emigración de la
población joven en la zona”.
4.1.3. En tercer lugar
se diseñan los Resultados necesarios para conseguir el OE que se haya
establecido. En síntesis se trata de definir los hechos tangibles o visibles
suficientes para alcanzar el OE. Para el ejemplo que vamos siguiendo, los
resultados esperados podrían ser los siguientes: Resultado 1: “La oferta
educativa del centro de FP se adecua a las necesidades de las empresas de la
región”; Resultado 2: “Ampliado y equipado el actual centro de Formación
Profesional”, y Resultado 3: “El cuerpo docente del centro de FP es capaz de
llevar adelante el plan de estudios”.
4.1.4. Finalmente,
dentro de la columna Lógica de Intervención, se determinan las actividades que
será necesario realizar para conseguir cada uno de los tres resultados
establecidos. En este punto es conveniente imaginar que los resultados ya están
alcanzados y entonces comenzar a planificar todas las actividades que deberemos
realizar.
4.2. Hipótesis
En el apartado anterior
se ha establecido una relación lógica entre actividades – resultados –
objetivos, en el sentido de que presuponemos que si realizamos las primeras
llegaremos a los resultados y éstos nos conducirán a los objetivos. Pero
¿podemos estar totalmente seguros de que ocurrirá así? La respuesta, obviamente,
es no. Siempre puede surgir algún imprevisto no controlable por el equipo de
ejecución del proyecto que rompa esa lógica.
Las Hipótesis son
factores ajenos al control del proyecto que deben ocurrir para que se verifique
la lógica de intervención establecida.
En este apartado el
equipo de planificación tiene que hacer un esfuerzo para adelantarse en el
futuro y visualizar los hechos que deben ocurrir para garantizar que todo irá
según lo previsto. Para ello desempeña un importante papel la experiencia
acumulada con la ejecución de otros proyectos y el conocimiento profundo de la
región donde se realizará el proyecto que se está planificando.
Para formular las
Hipótesis hay un procedimiento que se puede ordenar en las siguientes etapas:
4.2.1. La Hipótesis
tiene que ser un hecho verdaderamente ajeno al control del proyecto (en caso
contrario se incluiría como actividad, resultado…, en la Lógica de
Intervención) y debe estar formulada en términos favorables para el desarrollo
del proyecto (estaría mal formulado si decimos “Las autoridades locales están
en desacuerdo con el proyecto”; la manera correcta de formularla sería “Las
autoridades locales están de acuerdo con el proyecto”).
4.2.2. ¿Es importante
que ocurra la hipótesis para el desarrollo del proyecto?
Por ejemplo, ante la
hipótesis “Las autoridades locales son favorables al desarrollo del proyecto”
la respuesta es “Sí”, ya que en caso contrario podrían negar el permiso de
ampliación del centro de FP.
Además, esta hipótesis
se coloca al nivel de “Actividades” (y no en otro), ya que en caso de no
cumplirse podría interferir entre “La contratación de arquitectos” y “La compra
de materiales de construcción” por una parte, y “Ampliación del centro de FP”
por otra.
4.2.3. ¿Qué
probabilidad hay de que ocurra la Hipótesis? Ante esta pregunta se establecen
tres distintos niveles de probabilidad.
4.2.4. ¿Se puede
modificar la estrategia del proyecto para que la hipótesis deje de ser
importante?
Es destacable la salida
tan extrema que se propone desde el EML cuando se llega a esta última
respuesta. Pero tiene sentido, ya que, siguiendo con nuestro ejemplo, estamos
casi seguros de que las autoridades no van a conceder el permiso de ampliación
del centro y esto es ineludible para introducir nuevas especialidades en el
mismo. Por lo tanto, sería mejor no arriesgar recursos, al menos en la
dirección identificada, porque es muy probable que encontremos obstáculos
insalvables.
Las hipótesis que están
por debajo del nivel de “Actividades” se llaman “Condiciones Previas” y son las
circunstancias ajenas al control del proyecto que deben darse para que podamos
iniciar las actividades.
Finalmente, al nivel
del “Objetivo General” no hay hipótesis ya que por encima de dicho objetivo no
existe nada.
4.3. Indicadores y
Fuentes de Verificación
Hasta ahora se han
explicado los resultados y objetivos de una forma que podríamos llamar
narrativa. Por lo tanto, sería conveniente precisar más cuál es la situación a
la que se pretende llegar a través de unos indicadores para cada objetivo y
cada resultado. Y además hay que hacerlo de tal modo que dichos indicadores
sean objetivamente verificables; esto es: distintos observadores han de llegar
a las mismas conclusiones respecto al grado de cumplimiento de resultados y
objetivos.
Esto sólo se puede
lograr traduciendo a números lo que antes se ha expresado en forma narrativa.
Para ello es necesario indicar cuánto de qué producto o condición y en qué
período de tiempo. Además, en el caso de que sea oportuno, el indicador también
deberá recoger quién es el grupo al que se refiere la medición y dónde se
localiza ese grupo.
Pero además de expresar
estas características también se debe decir cuál es la fuente de información a
la que hay que acudir para la verificación del cumplimiento del indicador, ya
que en caso contrario, dos observadores diferentes podrían acudir a fuentes
distintas y llegar a conclusiones divergentes, que es precisamente lo que se
trata de evitar.
4.4. Medios y costes
Siguiendo la relación
de actividades identificadas en la columna correspondiente, se van
estableciendo todos los medios (humanos y técnicos, relacionados directamente
con una actividad o con el conjunto de ellas) necesarios para que efectivamente
podamos realizar las actividades. En la columna siguiente se especifica el
coste monetario de cada recurso técnico o humano.
5) Calendario de
actividades
Con el objetivo de
tener una idea precisa de la duración prevista del proyecto, es necesario
determinar cuánto estimamos que nos va a llevar realizar cada una de las
actividades recogidas en la MPP. Además, como hemos visto, dichas actividades
han sido definidas sin demasiada exhaustividad en la columna de Lógica de
Intervención. El EML sugiere aprovechar el calendario de actividades para
desagregarlas hasta donde el equipo de planificación considere que tiene
sentido hacerlo. En la tabla siguiente se ofrece un ejemplo de calendarización
de actividades siguiendo el caso de la MPP que se describe en el punto 4.
Con esto quedan
completadas las distintas etapas del Enfoque del Marco Lógico. Pero tan
importante como sus contenidos es la forma en en que se trabaje con ésta
metodología. La manera más idónea de hacerlo es en un pequeño equipo de no más
de 10 personas, todas ellas de la comunidad beneficiaria y con un moderador
conocedor de la metodología cuyo papel es simplemente ordenar el contenido de
las sesiones de planificación y aclarar posibles dudas metodológicas que surjan
entre los participantes.
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